domingo, 30 de septiembre de 2007

Misterios de la Humanidad.

Para el investigador Peter Kolosimo autor de numerosas obras heterodoxas, seres de otros mundos "aterrizaron" en nuestro planeta en tiempos remotos. Precisamente, en su obra "No es terrestre" se preguntaba quiénes eran los que disparaban contra los dinosaurios. Y esto venía a cuento, porque algunos científicos de la ex Unión Soviética se atribuyeron hallazgos de increíbles dimensiones: los de ciertos huesos pertenecientes a gigantescos saurios prehistóricos que fueron despedazados por proyectiles explosivos.

¿Pero fueron hombres de la Tierra o de otros mundos los que "cazaron" a bombardeo limpio a los temibles dinosaurios del jurásico?

En un principio, tendríamos que desechar la posibilidad de que fueran habitantes autóctonos de la Tierra, ya que la antropología oficial nos habla de que el "homo habilis" apareció hace unos siete millones de años.

Esta sería, al menos, la respuesta convencional. Sin embargo, en 1968, W.J. Meister localizó en Antílope Spring, en el estado de Utah, una huella humana con trilobites incrustados en el talón. Y lo paradójico del caso es que la huella calzaba ¡sandalias! La Arqueología y Antropología ortodoxas se convulsionaron ante el descubrimiento y no acertaron a solucionar un enigma aún pendiente.
Por otra parte, hay que decir que los trilobites son antrópodos marinos que aparecieron por primera vez en el cámbrico, alcanzaron un gran desarrollo en el silúrico, disminuyendo notablemente en el devónico, y desapareciendo finalmente en el pérmico, período geológico que empezó hace unos 280 millones de años y duró aproximadamente unos cincuenta millones. Por tanto, "alguien" se paseaba por el planeta en plena Era primaria. Y si los extraterrestres han dejado huellas ineludibles de su presencia desde hace milenios, es poco probable que unas sandalias delataran una tecnología alienígena supuestamente avanzada en millones de años a cualquier vida que por aquel entonces existiera en la Tierra. No obstante, si ello fuera así y los extraterrestres se hubieran servido de este calzado es plausible que aquellos imitaran a otro colectivo más "terrestre", en suma. Ello encajaría con la tecnología que cazaba saurios gigantescos y que posteriormente actuaba de un modo más "humano". Una mezcla entre hombres y "dioses", entre creadores y creaciones. Una humanidad que quizá provino de fuera de nuestro planeta, cuya simiente maduró lo suficiente para recibir luego el don del pensamiento y la inteligencia. Y ¿por qué no? Quién sabe si los tripulantes de los enigmáticos Ovnis que nos visitan son herederos de aquel cruce "entre los dioses y las hijas de los hombres".

ENIGMATICOS OOPARTS.
Los OOPARTS (Out of Place Artfacts) artefactos o utensilios fuera de tiempo o lugar desafían aún más a los teóricos oficialistas de la ciencia racional.
En Whitside Country, en 1851, se encontraron dos anillos de cobre a unos 36'5 metros de profundidad. Y, en junio del mismo año, en las proximidades de Dorchester (Massachusetts), una explosión sacó del interior de un sólido bloque que se formó en una edad remota, una vasija en forma de campana de un metal desconocido, adornada con motivos florales". Descubrimientos que avanzan en miles de años las civilizaciones conocidas.

Pero, el descubrimiento más sensacional se realizó en noviembre de 1869, en el interior de una roca de las denominadas "Galerías de la Abadía de Treasury City", Nevada. En el interior de la roca había estado incrustado un tornillo, que ya no existía, de 5,08 centímetros, pero sus contornos de rosca quedaron marcados. Los científicos americanos, ante la antigüedad de la roca, dijeron que el descubrimiento podría retrasar la Historia de la Humanidad en ¡millones de años!.

Por otra parte, en Caw Canyon, a unos cuarenta kilómetros al este de Lovelock, en el Estado de Nevada, se halló otra huella humana perteneciente a un cuerpo esbelto, ágil, armonioso y equilibrado estampado en arcilla. Esta huella fue datada en la mitad de la Era Terciaría. Y recordemos que la ciencia empírica tradicional sitúa la aparición del hombre en la siguiente, la cuaternaria.

LA ANTARTIDA TROPICAL. El viento y el hielo casi pulieron todas las rocas durante los deshielos. Durante milenios han sido glaciares antárticos, estratos de aristas pulidas, el sedimento más antiguo

Entonces llegó Barret, con su equipo de la Ohio State University e Institute of Polar Studies, para completar artificialmente el trabajo de la naturaleza, aplicando cinceles a las grises rocas triásicas, viejas rocas de unos doscientos millones de años.
De este modo encontró un fragmento (dos pulgadas y media) de maxilar fosilizado. El fósil demostraría que, anfibios más o menos del tamaño de un cocodrilo, vagabundearon por una Antártida Tropical. Asimismo, proveía nuevas evidencias a quienes suponen que todos los continentes se agruparon confusamente alguna vez.

En 1968, en el museo de Historia Natural de Nueva York, el paleontólogo Edwin H. Colbert identificó el fragmento como perteneciente a un anfibio del triásico inferior, el laberynthodonte (así llamado por su dentadura plana y laberíntica), y se puso a investigar entre estos restos y otros remanentes fósiles. También desmintió a quienes suponían que este cascarudo anfibio se había dirigido al continente polar por los mares antárticos. La negativa de Colbert fue rotunda: aparentemente el laberynthodonte era un animal de aguas frescas sus restos fósiles fueron hallados siempre cerca de antiguos arroyos, y hasta los anfibios contemporáneos (sus familiares modernos) detestan el agua salada. La explicación más aceptable y razonable para la presencia de estos seres en la Antártida, parece ser la de un desaparecido y tropical supercontinente. ¿Quizá otra humanidad de 200 o más millones de años pudo vivir en este tropical y paradisíaco continente? ¿Y ésta desapareció para siempre o tuvo que instalarse fuera de nuestro planeta, ayudada por tecnologías desconocidas? ¿O sus herederos son quizá los habitantes misteriosos del interior del planeta?

Preguntas que hoy no tienen respuestas, como si de acertijos se tratara, nos contentaremos en nuestra particular cruzada por desvelar los secretos que aún nos son vedados, aquellos que derrumbarán algún día el velo que nos impide ver la total realidad que nos rodea.

1 comentario:

Le Mosquito dijo...

aquellos que derrumbarán algún día el velo que nos impide ver la total realidad que nos rodea.

Algo de eso me temía.